14 oct 2014

REUTERS: "ENCONTRAMOS GRAVES IRREGULARIDADES EN LAS INVESTIGACIONES DE UCRANIA SOBRE LOS TIROTEOS DE MAIDÁN".



(Reuters) - Para millones de ucranianos, fue un crimen contra la humanidad. El pasado febrero, más de 100 manifestantes muerieron a tiros en el levantamiento de Maidan que derrocó al presidente Viktor Yanukovich. Las víctimas son ahora conocidas como "La Centena del Cielo."

En abril, los fiscales arrestaron a tres sospechosos miembros de una unidad de élite dentro de la policía antidisturbios, los "Berkut". El principal de ellos era Dmytro Sadovnyk, de 38 años, un comandante condecorado, quien fue acusado de ordenar a sus hombres disparar contra la multitud en la mañana del 20 de febrero. Los tres están acusados de masacrar a 39 manifestantes desarmados.

El 19 de septiembre, el caso dio un giro cuando un juez liberó a Sadovnyk de arresto domiciliario - y, dos semanas después, él desapareció.

Los activistas de Maidan se indignaron, convencidos de que un sistema corrupto había dejado escapar a un asesino. El juez fue puesto bajo investigación. El fiscal dijo en un comunicado: "D. Sadovnyk, sospechoso de haber cometido un delito muy grave, con el objetivo de evitar el castigo, desapareció de su lugar de residencia permanente."

Pero en un país donde la justicia muchas veces no es ciega, existe otra posibilidad: Sadovnyk estaba incriminado, y vio en la huida su mejor opción. Durante los juicios del mes pasado, él calificó al caso en su contra de "linchamiento político." En los días anteriores a su desaparición, su esposa y su abogado afirman que Sadovnyk y su familia recibieron amenazas de muerte.

Un examen de Reuters a las investigaciones de Ucrania en los tiroteos de Maidan - basado en entrevistas con fiscales, abogados defensores, los manifestantes, policías y expertos legales - ha puesto al descubierto graves irregularidades en el caso contra Sadovnyk y los otros dos oficiales Berkut.

Entre las pruebas presentadas contra Sadovnyk había una fotografía. Los fiscales dicen que le muestra a él cerca de la Plaza de la Independencia de Kiev el 20 de febrero, con una máscara y sosteniendo un rifle con las dos manos, con los dedos de ambas manos bien visibles.

El problema: Sadovnyk no tiene dos manos. Su mano derecha, como su esposa explicó a Reuters, fue arrancada por una granada en un accidente de entrenamiento hacía seis años. Como los fiscales introdujeron esa foto en una audiencia en abril, dijo Yuliya Sadovnyk, su marido tuvo que quitarse el guante y mostrar su muñón a la sala del tribunal.

"Realmente él no pudo disparar", dijo Serhiy Vilkov, el abogado de Sadovnyk. "Para él, culparle por el crimen representa una caza política."

Las investigaicones de los asesinatos se han visto obstaculizadas por falta de pruebas. Muchas armas presuntamente utilizadas para disparar a los manifestantes han desaparecido; muchas de las balas que se utilizaron acabaron en diversos hogares como simples souvenirs. Barricadas, árboles perforados de bala y otros elementos de prueba forense fueron retirados, dicen los abogados.

Un ex comandante Berkut dijo a Reuters que los agentes de Berkut destruyeron las pruebas documentales que podrían identificar a sus compañeros oficiales. Lo hicieron, dijo, porque tenían miedo de que la sede de los Berkut fuera atacada por una turba de manifestantes en busca de venganza después de que Yanukovich huyera a Rusia.

El ex presidente no es la única figura clave que falta. En una entrevista antes de que Sadovnyk desapareciera, el fiscal general de Ucrania, Vitaly Yarema, dijo que los investigadores habían identificado a 17 agentes Berkut como presuntos participantes en los tiroteos contra los manifestantes, basándose en los vídeos de cámaras de vigilancia y los datos de localización de teléfonos móviles. De los 17, dijo, 14 habían huido a Rusia o Crimea, incluyendo el máximo comandante de los Berkut en Kiev. Sadovnyk y sus dos coacusados fueron los únicos sospechosos identificados que se habían quedado atrás.


TODO UN HITO

La Plaza de la Independencia fue el punto de reunión en Kiev, donde la revolución anti-Yanukovich se desarrolló en gran medida entre noviembre y febrero. (La palabra Maidan significa "cuadrado" en ucraniano.) Los asesinatos allí rápidamente fueron reconocidos como un hito en la historia moderna de Ucrania, como parte de una cadena de acontecimientos que desencadenó un conflicto separatista y las posteriores incursiones rusas que han sacudido al país hasta la médula.

Vídeos y fotografías parecen mostrar cómo los oficiales de los Berkut disparaban  contra manifestantes  y los golpeaban con palos. En un video, se ve a uno de los Berkut obligando a un hombre a permanecer de pie desnudo en la nieve.

El público está exigiendo respuestas y justicia. Pero las investigaciones están poniendo a prueba la capacidad de Ucrania para elevarse por encima de las múltiples deficiencias que han  trabado al país desde que se independizó de la Unión Soviética en 1991.

A diferencia de, por ejemplo, Polonia, Ucrania nunca se ha transformado en un estado sólido. Kiev ya ha tenido dos revoluciones desde su independencia. Una serie de problemas endémicos - la corrupción política, el crimen organizado, una división entre los hablantes del ruso y del ucraniano - han dejado a este país débil y fragmentado. Otro de los defectos principales del Estado, dicen los observadores externos, es su decrépito sistema de justicia

Bajo Yanukovich y sus rivales antes que él, los tribunales y los policías eran instrumentos políticos. Yulia Tymoshenko, segunda por detrás de Yanukovich en las elecciones presidenciales de 2010, fue más tarde encarcelada en un caso ampliamente criticado políticamente.

En su informe de 2013 sobre los derechos humanos, el Departamento de Estado de Estados Unidos citó la convicción de Tymoshenko en la observación de que los tribunales de Ucrania "seguían siendo vulnerables a la presión política y la corrupción, eran ineficientes, y carecían de la confianza del público. En ciertos casos, el resultado de los juicios parecía estar predeterminado de antemano".

El gobierno post-Yanukovich lo reconoció este mes de julio, en un informe que preparó junto con el Fondo Monetario Internacional. "La administración tributaria, la policía, la Fiscalía General, el Servicio de control de los Estados, y el poder judicial se han percibido como habiendo sido tradicionalmente considerados como una de las instituciones públicas más corruptas", subrayó el informe.

El pasado muestra signos de repetirse.

Los dos fiscales y el ministro del gobierno que han llevado  las  investigaciones de los tiroteos de Maidan, desempeñaron ímportantes papeles en apoyo a la sublevación. Uno de estos funcionarios dijo a Reuters que los investigadores que reunían las pruebas son completamente independientes.

Otra falla en el procesamiento: Hasta la fecha, nadie ha sido detenido por el tiroteo a los policías. Según el Ministerio de Asuntos Interiores de Ucrania, entre el 18 de febrero y el 20, 189 agentes de policía sufrieron heridas de bala. Trece murieron.

Además, el ex fiscal general interino que supervisó la detención de los tres oficiales Berkut declaró en televisión que "ya han demostrado ser culpables." Esas declaraciones, como han advertido los expertos en leyes, podrían perjudicar el procesamiento de los casos. Y es que Ucrania es parte del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que establece que los acusados son inocentes hasta que se demuestre su culpabilidad.

"Una declaración pública por un fiscal que desafía directamente esa presunción es una denegación del proceso establecido", dijo Richard Harvey, un abogado británico que se especializa en derecho penal internacional.

Incluso algunas de las familias de las víctimas cuestionan la imparcialidad de los procesamientos. Serhiy Bondarchuk, un profesor de física, murió de una herida de bala en la espalda en la mañana del 20 de febrero. Su hijo, Volodymyr Bondarchuk, dijo que esa muerte es una de las 39 en las que se sospecha de Sadovnyk y de sus dos colegas. Volodymyr dijo que en base a sus propias investigaciones, él duda de que los tres fuesen los responsables de la muerte de su padre.

"Ellos están tratando de cerrar el caso porque sus jefes y la sociedad sólo desean tener a alguien a quien castigar", dijo. "La investigación no tiene pruebas suficientes para demostrar la culpabilidad de estas tres personas."

Volodymyr Bondarchuk recientemente ayudó a organizar una asociación de cerca de 70 familias de los manifestantes muertos. "El objetivo principal para nosotros", dijo, "es una investigación objetiva y precisa."



ÁGUILAS DE ORO

El 20 de febrero fue el día más sangriento de la insurrección de Maidan. Decenas de manifestantes y agentes de policía fueron asesinados a tiros. Un día después, los líderes de la oposición firmaron un acuerdo de paz mediado por la Unión Europea.

La presión pública exigió procesar a los responsables. Al cabo  de una semana, Yanukovich, por entonces prófugo, fue acusado por el asesinato en masa de los manifestantes. Un gobierno provisional disolvió a los Berkut, una fuerza de varios miles de agentes cuyo nombre significa "águila dorada".

El 3 de abril, las autoridades ucranianas anunciaron los arrestos de varios miembros de una unidad especial de élite dentro de los Berkut. Uno era Sadovnyk, el comandante de la unidad. Un padre de tres hijos, que se unió por primera vez a los Berkut en 1996 después de servir en el ejército ucraniano. Más tarde ganó numerosos elogios por su servicio de policía.

También fueron detenidos dos jóvenes oficiales: Serhiy Zinchenko, de 23 años, y Pavel Abroskin, de 24.

Un documento de procesamiento interno, revisado por Reuters, esboza la versión de los acontecimientos según los investigadores. Se trata de un "Aviso de Sospecha" para Zinchenko, de fecha 3 de abril.

El documento alega que el 18 de febrero, el máximo comandante del Berkut, Serhiy Kusiuk, dio una orden verbal a Sadovnyk para entregar fusiles automáticos a su unidad. Kusiuk está entre los oficiales Berkut que huyeron a Rusia, según los fiscales. No se pudo contactar con él para hacer comentarios al respecto.

En la mañana del 20 de febrero, fueron tiroteados varios miembros de la unidad de Sadovnyk. Alrededor de las 9 a.m., el documento alega, Sadovnyk ordenó a sus hombres disparar en la dirección de los manifestantes desarmados caminando por la calle "Instytutska", por el centro de Kiev. El tiroteo duró casi dos horas, y más de nueve manifestantes murieron, dice el documento.

La orden de Sadovnyk de disparar fue un abuso de poder "dado que no había ninguna amenaza inmediata para la vida de los agentes de la policía," alega dicho documento.

Vilkov, el abogado de Sadovnyk, discute este punto. Aunque el documento indica que Sadovnyk se encontraba en la escena de los hechos, Vilkov dijo que su cliente no estaba en la calle  cuando los manifestantes fueron asesinados durante la mañana del 20. Vilkov se negó a discutir el paradero de Sadovnyk.

En una entrevista telefónica el 30 de septiembre, Sadovnyk dijo a Reuters que durante la mañana del 20 de febrero estaba en una reunión en la sede de la policía de Kiev. Comenzó en algún momento entre las 08 a.m. y las -08:30 am, dijo. El objetivo, explicó, era hacer frente a las informaciones de que muchos de los manifestantes armados estaban llegando en ese momento a Kiev después de la llamada a la movilización efectuada por los líderes de la protesta.

Sadovnyk dijo que cerca de siete agentes de policía y funcionarios estaban presentes, y nombró a tres de ellos. Reuters no pudo localizar a los tres para hacer comentarios.

En la reunión, dijo Sadovnyk, los asistentes escucharon disparos y gritos por las radios de la policía. Las radios traían informaciones de la muerte de al menos un oficial Berkut y de otros policías heridos en la calle Instutskaya.

en ese momento, según relata Sadovnyk, salió y se dirigió a la escena, tardando cerca de 15 minutos en llegar allí. Él dijo que no recuerda a qué hora llegó, pero que los investigadores podrían averiguarlo mediante el seguimiento de su teléfono móvil. Dijo que trajo un arma y equipo de protección.

Cuando llegó, dijo, se encontró con una escena casi sin sentido, con los agentes de policía corriendo y el sonido de las balas que rebotaban. Afirmó que no recibió ni dio ninguna orden a los miembros de su unidad de disparar contra los manifestantes, y que ni él mismo disparó a nadie.

"Niego cometer ningún asesinato", dijo.

Vadim Ostanin, abogado de Kiev de una rama de los Berkut, hizo un relato similar a Reuters. Él dijo que hay un video que muestra que Sadovnyk asistió a la reunión en la sede de la policía. Según Ostanin, cuando Sadovnyk llegó al lugar de los hechos, los hombres de su unidad ya se estaban retirando.



"CULPABLE"

La oficina del fiscal general se negó a discutir la versión de la defensa. En un comunicado, la oficina dijo que tiene un montón de pruebas en contra de Sadovnyk. Esto incluye videos de un manifestante muerto por disparos a manos de un hombre armado. La oficina cree que el pistolero es Sadovnyk, basado en la "manera especial" en la que el tirador aparece sosteniendo el arma. En un comunicado anterior, la oficina dijo: "La cuestión de la culpabilidad o, por el contrario, la inocencia de las personas mencionadas será resuelto por el tribunal".

Oleh Makhnitsky era fiscal general interino de Ucrania hasta el mes de junio. En una entrevista, Reuters le preguntó acerca de la supuesta fotografía de  Sadovnyk con sus dos manos, que fue citada en una audiencia en abril.

El propósito de la audiencia, explicó Makhnitsky , era no juzgar la fiabilidad de las pruebas, pero sí para determinar si Sadovnyk estaba en riesgo de fuga. Él dijo que la evidencia contra Sadovnyk se iba a presentar en un futuro juicio.

Makhnitsky, ahora asesor del presidente Petro Poroshenko, dijo que él era un líder del grupo de abogados que presta asistencia jurídica a los manifestantes anti-Yanukovich durante las manifestaciones de Maidan. Aseguró que la política no desempeña ningún papel en el procesamiento de los tres oficiales Berkut.

"Los investigadores están en una unidad separada que ni siquiera puede ser influenciada por el fiscal", aseguró.

El 30 de mayo, Makhnitsky concedió una entrevista en la televisión local acerca de la detención de los tres oficiales. "Los sospechosos," dijo, "ya han demostrado ser culpables."

Preguntado sobre los comentarios de Reuters, Makhnitsky dijo que quería decir que "ya se recolectaron pruebas para demostrar que son culpables. Un tribunal de última instancia ya decidirá".

El alcance de las pruebas de cargo contra los tres agentes sigue siendo muy poco clara. Los documentos del juicio en estos casos no se hacen públicos.

Los abogados de los oficiales Zinchenko y Abroskin dijeron que hasta donde ellos sabían, gran parte de la evidencia en contra de sus clientes se componen de vídeos que, según los fiscales alegan, muestran a los dos funcionarios con armas de fuego. Los abogados dicen que los hombres en los videos - llevando máscaras y cascos - no son sus clientes.

En un video, "sólo los ojos y la nariz se ven, y ese tipo no está disparando; sólo acaba de dar una vuelta con una pistola y está mirando a su alrededor ", dijo Stefan Reshko, abogado de Abroskin. Reuters no tuvo acceso al vídeo.

Oleksandr Poznyak, quien representa a Zinchenko, dijo que las pruebas contra su cliente incluyen un video de un hombre enmascarado que sostiene un arma. El abogado mostró el video a Reuters. El pistolero enmascarado, dijo, es más alto y tiene las manos más grandes que Zinchenko, y está sosteniendo el arma en su mano izquierda. Mientras Zinchenko es zurdo y escribe con la mano izquierda, el abogado dijo que tiene fotografías que muestran que su cliente dispara con la mano derecha. Reuters no pudo ver esas fotos.

Los abogados defensores también planean argumentar que los oficiales Berkut tenían derecho a disparar en defensa propia: Ellos estaban en peligro, como lo demuestra el hecho de que sus compañeros fueron tiroteados. Los fiscales sostienen que los tres hombres están acusados de matar a 39 manifestantes que estaban todos desarmados el 20 de febrero.

Los fiscales "representan una imagen como si se tratara de una protesta pacífica", dijo Sadovnyk  a un juez en una audiencia el 5 de septiembre. Sin embargo, agregó, "El día 20,  por la mañana temprano, como consecuencia de la protesta pacífica, alrededor de  17 representantes de las fuerzas del orden fueron asesinados ".



GARFIOS Y BARRAS DE ACERO

Para reforzar el punto de Sadovnyk, varios ex oficiales Berkut que todavía sirven en las fuerzas de policía de Kiev acordaron reunirse con un reportero y un fotógrafo. En una pequeña habitación en su antigua sede, mostraron una selección de lo que dijeron que eran las armas incautadas a los manifestantes durante las protestas.

Los elementos incluyen un garfio unido a una barra de acero, palos de madera fijadas a las cadenas, y una garra de acero hecha de cuatro clavos soldados. Los ex oficiales mostraron un escudo de la policía quemado con dos agujeros de bala que, según dijeron, había sido atacado por un cóctel Molotov.

Varias fotos junto con el armamento fueron mostradas en las que aparecen dos de los oficiales Berkut que, según dijeron, murieron en medio de las manifestaciones.

"Si estos funcionarios quieren ser justos, ellos deben procesar no sólo a los policías, sino también a los activistas de la otra parte", dijo un miembro ex-Berkut.

El 5 de septiembre, una multitud tensa contempló como un juez escuchó los argumentos sobre si Sadovnyk debía liberarse del arresto domiciliario. El acusado era observado desde el interior de una jaula de metal.

El fiscal, Oleksii Donskyi, llamó a la afirmación de Sadovnyk de que él estuvo ausente durante los tiroteos "una completa mentira". Cuando el juez se retiró a deliberar en las cámaras, un aparentemente exasperada Yuliya Sadovnyk se acercó hasta donde el fiscal estaba sentado y le dijo: "Estoy esperando a que su caso colapse". Donskyi declinó hacer comentarios.

El juez ordenó que Sadovnyk se mantuviera tras las rejas. Dos semanas más tarde, otro juez le otorgó el arresto domiciliario. La fiscalía apeló. El viernes pasado, Sadovnyk fue llamado a una audiencia para determinar si debe ser enviado de vuelta a la cárcel.

Fue entonces cuando él desapareció. Yuliya Sadovnyk comentó que dejó su apartamento a las 7 a.m. del viernes pasado, diciendo que se sentía enfermo. Ella no ha tenido noticias de él desde entonces, dijo.

En los días anteriores a la audiencia, dice el abogado Vilkov, los Sadovnyks, sus tres hijos y el abogado mismo recibieron amenazas de muerte. Yuliya Sadovnyk ofreció a Reuters una muestra de los textos que recibía.

"¡Eh, tú, puta Berkut!", reza uno. "Una horrible muerte está esperándole a usted y su engendro. ¡Gloria a Ucrania! "

Abroskin y Zinchenko permanecen en la cárcel. La fecha para el juicio aún no ha sido fijada. Los tres hombres se enfrentan a cadena perpetua.

(Reporte adicional de Elizabeth Piper en Moscú. Editado por Michael Williams y Sara Ledwith.)

Fuente: http://www.reuters.com/article/2014/10/10/us-ukraine-killings-probe-special-report-idUSKCN0HZ0UH20141010

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